Las primeras palabras de El juego es poderoso son:
“El juego es poderoso porque tiene influencia sobre muchas otras cosas, como el desarrollo, la motivación, las emociones, la fisiología, la comunicación y la conducta”.
En su contraportada se insiste:
“El juego es poderoso y tiene una influencia profunda sobre la relación que creas con tu perro”.
Y a lo largo de sus ciento cuarenta páginas, Patricia McConnell y Karen London reiteran una y otra vez esta idea, piedra angular de este libro, uno de los escasos libros de perros que da al lector todo lo que le promete: análisis, propuestas y formas concretas de juego entre personas y perros que logran organizar y aprovechar todo el poder del juego -y es mucho- entre nuestras dos especies.
Desde cómo jugar bien a juegos tan tradicionales como tirarle la pelota (sí, claro que se puede jugar a la pelota con tu perro sin volverle un obseso, solo hay que saber la forma), hasta otros más novedosos como el juego del dueño loco, pasando por los juegos de tironear de un mordedor, de encontrar cosas u otro clásico: el escondite.
Desde estudiar los juguetes buenos y malos (¡y los que pitan!), hasta cómo construir una obediencia sólida y divertida jugando.
No solo cómo mejorar la relación con tu perro a través del juego, sino también cómo no jugar con él, algo que no es secundario.
Patricia McConnell es la autora de libros sobre perros más importante de EE.UU. Desde que escribió su magistral opera prima el imprescindible Al otro extremo de la correa, hasta este El juego es poderoso que ahora publicamos en Dogalia, ha logrado ser la escritora sobre comportamiento canino más seguida y más querida en todos los países anglosajones. Esas cosas no suceden por nada. Si no la has leído (eso tienes que solucionarlo ya) con este libro puedes descubrirla, si la conoces no tiene mucho sentido lo que yo pueda decir, porque su trabajo es un aval mucho más sólido que ninguna recomendación.
Karen London es especialista en los problemas de comportamiento más serios que pueden mostrar los perros en familia: las agresiones, pero también ha publicado textos académicos sobre evolución de la conducta social, comunicación canina entre perros y con personas, además de acerca del aprendizaje y la inversión parental en perros. Y eso se nota: porque bajo una redacción vivaz y guasona (en la que las principales víctimas de las bromas de ambas autoras son ellas mismas) se encuentra un análisis consistente de beneficios y riesgos que puede implicar jugar de una u otra manera con los perros.
Con una visión moderna, desde la que se ríen de aquella época en la que se decía que jugar a tirar de un mordedor era potenciar las agresiones, nos traen, bajo una falsa ligereza, fórmulas y técnicas para sacar al juego entre personas y perros todo el partido y diversión posibles, generando beneficios profundos y sólidos en el medio y largo plazo.
El juego es poderoso hace fácil lo difícil, está escrito con tanta naturalidad que (1) quien conviva con un perro conseguirá que todos en casa, disfruten más y más fácilmente de jugar juntos ¡¡incluyendo al perro!! (2) Quien sea profesional del comportamiento encontrará cómo prevenir muchos de los problemas más graves y frecuentes, así como a organizar la comunicación e interacción entre perros y personas de manera que ambas partes estén deseando seguir nuestras pautas. Y (3) quien compita en deportes caninos obtendrá nuevas herramientas para alcanzar la excelencia de manera ética y divertida. Y tod@s disfrutarán de la lectura por igual.
Ambas autoras también han escrito de forma conjunta El amor no tiene edad, (Dogalia 2015) en el que tratan con el mismo cariño y cercanía la manera de hacer fácil y exitosa la adopción de un perro adulto.
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